jueves, 29 de mayo de 2008

Brújula para navegantes emocionales


Brújula para navagantes emocionales
Elsa Punset
ANAGRAMA
Mayo, 2008


"...

En nuestras sociedades occidentales el único modelo familiar admitido hasta hace muy poco era el de la familia tradicional: un núcleo humano cerrado y jerarquizado que depende del reparto de papeles entre los distintos miembros de la familia. Este tipo de familias tienen la ventaja de que dan mucha estabilidad y seguridad emocional a sus miembros: todos comparten unos códigos de conducta estables que garantizan la supervivencia del que los adopta.

La parte negativa de estas familias, sobre todo en su versión urbana y reducida que surgió en la revolución industrial -la familia nuclear-, es que pueden resultar asfixiantes y empobrecedoras para los individuos.

Los miembros de estas familias viven al son de "todos a la una" y consideran "ovejas negras" a aquellos individuos que no acatan las reglas familiares.

Los miembros dependen los unos de los otros emocional y económicamente.

Cuando los hijos abandonan el hogar los roles de la madre y del padre cambian en concordancia: se convierten en "los abuelos".

La mujer que se queda sola es "la viuda".

La definición de cada persona dentro del clan se hace siempre en función de su relación con los demás.

La hija que no se casa pasa a ser "la soltera" y su función es la de cuidar a los padres ancianos. En definitiva este tipo de modelo familiar dificulta o impide la individuación de sus miembros, porque pensar y actuar al margen del clan familiar pondría en peligro de disolución al resto de la familia.

Paralelamente a este modelo familair tradicional siempre han existido las familias más heterodoxas, grupos unidos por lazos emocionales y económicos más dispersos, bien por el carácter de los progenitores, bien por la separación física de los padres.

Crecer fuera de un modelo familiar tradicional suele otorgar la libertad necesaria para la experimentación y el crecimiento individual.

La contrapartida es la falta de estabilidad y de seguridad emocional, sobre todo en aquellos casos en los que los padres viven situaciones de conflicto sin resolver.

...

A medida que he ido cumpliendo años he perdido la intensidad de la creencia en la verdad absoluta, sin perder la intensidad de la búsqueda ... Nunca antes los individuos y las distintas culturas han tenido una oportunidad como ésta para crear las condiciones y las capacidades para desaprender lo que deberíamos desechar mientras creamos juntos una nueva espiral de comprensión humana y una nueva estructura social.

Sólo desearía mantener la energía de la juventud desde esta nueva perspectiva y la certeza de que un desaprendizaje correcto me permitirá no cargar con aquello que antes me parecía la única forma de ser aceptable.

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Serás libre, no cuando tus días no tengan preocupaciones ni tus noches penas o necesidades, sino cuando todo ello aprisione tu vida y, sin embargo, tú logres sobrevolar, desnudo y sin ataduras.

..."

domingo, 25 de mayo de 2008

La secta de los egoistas


La secta de los egoístas
Eric-Emmanuel Schmitt
Destino, 2008

"EGOISMO (término filosófico): Se denomina egoista a aquel que cree que sólo él existe en el mundo y que el resto no es más que un sueño.
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El tiempo pertenece a las cosas; suprimiendo las cosas, suprimiré el tiempo
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Lo único bello en el Universo son los detalles

La ciencia y la vida


La ciencia y la vida
Valentín Fuster y
José Luis Sampedro con
Olga Lucas
Plaza & Janés, 2008


LA RECETA: RELAJACIÓN -EJERCICIO FÍSICO - REFLEXIÓN


"Yo a mis pacientes estresados le pregunto: Qué otros hobbies tiene Vd?
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Creo mucho en la comunicación y siempre les recomiendo que comuniquen. Han de comunicar con quien quieran, con su hijo, hija, mujer, esposo, amigo, amiga, pero han de comunicar. Es fundamental.
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Cuando han entendido estas normas generales, primero les explico la necesidad de relajarse. La relajación física y mental es muy importante.
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Les indico varias formas de relajarse. Puede ser yoga, puede ser tai chi o cualquier otro método, pero aprender a relajarse es fundamental. Encontrar un rato al día para ti mismo, para centrarte en algo completamente distinto que te permita sentirte en paz.
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Lo segundo que les recomiendo es el ejercicio físico. .. Yo insisto mucho en el ejercició físico y luego te diré por que. Finalmente, cuanto te explique los mecanismos cerebrales, verás cómo mi tercera recomendación, la reflexión, se relaciona con la primera...
Es decir, relajación, ejercicio físico y reflexión.
...
Tu recomiendas tres cosas que, fíjate , corresponden exactamente a mi visión de lo que es el ser humano. Frente a la dicotomía cuerpo-alma que nos presenta la religión católica, prefiero lo que, en cierto modo, ya decían los griegos y dicen mucho más los orientales e incluso los islámicos; prefiero hablar de cuerpo y cerebro, o cuerpo y mente, porque "cerebro" o "mente" no son espíritu, que es otra cosa completamente distinta.

Tus tres consejos corresponden a esa organización. El ejercicio físico al cuerpo, la reflexión al cerebro y la relajación al espíritu"

domingo, 18 de mayo de 2008

Vivir adrede

Vivir Adrede
Mario Benedetti
ALFAGUARA
Mayo 2008
Lanzarote (ida y vuelta)
Tengo lo que tengo

Tengo lo que tengo y nada más, pero no me quejo.

Mis manos, ya habituadas a asir lo mío, no son víctimas ni victimarias. Se cierran lentamente y advierto los puños en que se han convertido.

No agreden, no golpean, pero por las dudas se abren de nuevo, porque en última instancia tienen la vocación de acariciar y así quieren su oficio primordial.

Infortunadamente no tienen a su alcance tus pezones celestiales. Las manos llorán, cada noche, tímidos sudores y me conmueven con sus diez dedos y dos palmos de nostalgia.

Tengo lo que tengo y nada más.

Oscilo entre la consolación y el desconsuelo. Me arden las sines pero no es jaqueca, sino la búsqueda sobria de un precario equilibrio.

En mis mundos de resaca, busco remordimientos más o menos cercanos, y no encuentro ninguno.

Digamos que mis pasos no son firmes. Tendría que probar con pies decalzos, para no engañarme con tacos y con suelas. Pero, ya no soy el que antes era.

Tengo lo que tengo o más bien lo que me queda.

En mi alma se aloja un hondo pozo y en mi sangre habita un náufrago. Mis pensamientos quieren por unanimidad llevarme al sacrificio, pero mis sentimientros pagan el rescate y me evado con ellos a las gradas de este espectáculo aún por concluir.

De nuevo tengo lo que tengo.

Ahora estoy más tranquilo. No más seguro. Pero si más lejos

Mario Benedetti
"tuneado"

lunes, 5 de mayo de 2008

El amor que nos cura

El amor que nos cura
Boris Cyrulnik
GEDISA editorial
Semana Santa 2008

El primer amor es una segunda oportunidad, el segundo amor es una tercera oportunidad, y los amores posteriores son una desgracia, porque no dan tiempo suficiente a que surjan otros aprendizajes.

Está, efectivamente, en nuestra mano grabar imágenes en la memoria, componer el argumento, disponer la escena, reflexionar sobre el contenido o hablar de él, a fin de trabajar esa representación y modificarla. Ahí es donde reside la posibilidad de resiliencia.

Nunca hemos arropado tan bien como ahora a nuestros hijos. Nunca hemos comprendido tan bien como ahora su mundo íntimo y, sin embargo, nunca han estado tan deprimidos ni tan ansiosos como ahora. A todo el mundo le parece extraño, exepto si admitimos que comprender no es curar, y que no hay progreso que no exija pagar un precio.

El trabajo asalariado, que constituye un progreso técnico incontestable, proporciona una gran comodidad a los hombres y una gran libertad a las mujeres. Sin embargo, cuando el contexto social mejora, cuando el trabajo se consigue con facilidad, la vivienda resulta accesible y la moral es tolerante, el peso parental se conviere en un obstáculo para la prócura de la expansión del joven.

Esta paradoja no es una contradicción, ya que hemos aprendido que el afecto parental constituye la base de seguridad que da al joven la fuerza suficiente para salir del capullo familiar. En un contexto social acomodado, el conflicto se convierte en una esperanza liberadora. En una sociedad difícil, uno se somete con dicha al grupo familiar y encuentra refugio en ella, ya que nos brinda seguridad y constituye un tutor que nos guía.

Sin embargo en una civilización tolerante, la familia que da al joven fuerzas suficientes para volar se transforma en un factor que obstaculiza su marcha si no aparece una comunidad acogedora que dé el relevo a la familia.

Lo que trasnmitimos a nuestros hijos depende probablemente de un conjunto de fuerzas a un tiempo benéficas y maléficas que ellos aprenden sin que sus interlocurores lo sepan y que interiorizan sin darse cuenta.

La tecnología proporciona a las mujeres más ocio y más poder, y el marido trabaja más tiempo para ganar más dinero a fin de asegurar a la familia más lujos y comodidades. La conmoción tecnológica y la modificación de las costumbres han dispuesto en torno al “gran pequeño” un modelo que le conduce a ignorar que su padre trabaja para él y le hace creer que su madre se pasa el tiempo divirtiéndose.

Cuando la tecnología modifica la cultura, la muerte del pater familias provoca una inversión de la deuda vital. Ya no es el niño quien debe la vida a los padres, es él, por el contrario, quien da sentido a la pareja parental. Ya no es el padre quien designa lo prohibido, es el niño.

Esta pasión por la infancia (UE, USA, …) produce bebés gigantes de narcisismo hipertrofiado. Niños adorados en el seno familiar y aterrorizados en la escuela.

Nuestro sistema escolar estimula esta forma de utilización de la propia inteligencia (no saben más que lo que se cuenta en los discursos públicos), ya que hace progresar a los que saben recitar. Lo que existe en lo real y no existe en cambio en la representación de esa realidad no puede ser visto por aquellos alumnos que, aplicados en exceso, no perciben más que lo que saben.

El bebé gigante, traído al mundo por nuestra cultura técnica y por la idolatría de la infancia, se convierte en un tirano doméstico y en un sumiso social que se plega a la cultura que le rodea.